Hasta Pronto Abuelo Nono (Mi Capitán Nono)


  Es con el alma herida, es que me pesa tu partida. Mi abuelito Nono, partiste en paz a un lugar donde no hay dolor, ni llanto, ni tristeza.  De la mano de María, quien te conducía a los brazos amorosos del padre, allá al verdadero Edén, donde las costas brillan como perla y los mares cristalinos, son paz y regocijo a la vez. Peleaste con resiliencia, con una enfermedad que ya no es tempestad. En vida fuiste fiel esposo, responsable y comprometido padre. Como abuelo de Lauri y mío, te encantaba, contar anécdotas, hacernos reír con tus juegos de nombres,  ( "No es lo mismo Rita Cotto, que co-to-rri-ta"), recitar poemas a Lauri, llevarme a la cancha y hasta encestar canastos después de los 70 años de edad. Era el show de Nono, como tu jugador de los 80, Larry Bird (parafraseando) le decia a Magic Johnson. 

Te encantaba verme ejecutar mis primeras jugadas, dialogar de deportes conmigo, mis primeras enseñanzas de la historia del deporte vinieron de ti Abuelito Nono. Nos encantaba hablar del deporte boricua, Arroyo, Picú, Barea, Tito, Cotto, Pudge, Igor, Posada, Edgar, Alomar, y los grandes de antaño: Pachín Vicens, Teo Cruz, Neftalí Rivera y Raymond Dalmau, Clemente, Willie Mays, que jugaron el beisbol invernal juntos para Santurce. 


Estuviste en mis competencias de natación, cumpleaños, hasta cuando enfrenté y fracasé contra los muchachos de Ruben Rodríguez, quien después del juego se me acercó, para instruirme. Pero eras tú quien, como papi, me dabas consejos y me correjías cuando erraba. Me dabas ánimo y creíste en mí. Sé que desde el cielo, intercedes por mí, que allá le echas chistes y conversas con Tío Mayito, los Pedrito, Titi Dalia, y los Lanzar, Abuelo Tuto, Titi Elena, y toda la comunidad celeste. Mi corazón por un lado humanamente esta de duelo por amor a ti, pero por ese mismo amor, se alegra de que te fueras hacia los brazos de Jesús, en paz, sin más dolor. Eres un gran ser humano que vivió una vida plena y se autorrealizó. No solo cumpliste con tu familia, si no, siendo economista de Fomento y un cristiano devoto que se preocuba, no solo con lismona, si no, con el corazón por los menos afortunados. Descansa en paz y gozo. Te recordaremos siempre y vivirás en nuestros corazones como custodio, Jose Antonio Rodríguez Velazco, Abuelo Nono.

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