El Soneo de la Madriguera

Recuerdo un asistir, sin atender, Un palpitar sin emoción Un creer, sin certeza Irrumpiendo en el desierto, tu voz. De repente como a Elías, tu viento, tu presencia. Me acariciaste, con la brisa. e lla me trajo a Ti, como María. Más solo hallé dolor de pasión. En el huerto se hallaba San Leutykiel, como consolador. Su presencia como mercurio sanador a laceraciones.  Leutykiel ángel de belleza incomparable, elixir de estrella. Más carnalidad que escapa de su cruz agraviada consuelo que no avanza, Leutykiel se fue. I ntentar cortarle las alas a ciegas, esperanza rechazada, falsa luz. Intentar morir en ella, pesadilla de falsedad. El jinete Apocalíptico Mortífero me atacaba, más mi yo moribundo no podía responder incapaz de sostener espada. En cambio, la muerte me ofrecía rosas con fragancias de atardecer. En su casa cenamos, zombies por doquier. Sorpresa de luz gloriosa en la casa de la Muerte. Llegó un Cáliz para acogerme en ...

Dulce maná del cielo:   Tus ojos, mirándolos despego.   En la costa de tu alma,   quiero descubrir constelaciones   por la eternidad. Coleccionar flores en tu jardín.   Cada día, un nuevo descubrir Nadar en tu desembocadura. En contra de la corriente nado. Llego a la orilla de tu mar. Seguir hacia el Norte sin parar. Tu alma, aurora boreal, es oxígeno. Luchar se vuelve ameno. Donde comienza tu sonrisa,   termina la vida de ser imprecisa. A diario construiremos nuestro mundo. Te dejaré pétalos de rosas en tu rumbo. Como arquitectos diseñaremos nuestro sueño. Navegaremos el universo.   La monotonía aniquilemos. Tú guías, yo guío. Me muestras tu espacio,  así no me extravío. Juntos allí transformamos  terrenos baldíos. En campos fértiles. Donde nos sentaremos a hacernos fuertes.

Eres un lienzo en el cual quiero plasmar una pintura Cielo, por el que quiero pasar para dibujar un deseo Luna, hermosura, deslumbra Miel del alma, bálsamo que me cura Tu alma, piedra preciosa. Eres compañía en tarde lluviosa, Generosa, lluvia que me humedece. Sentidos abrumados, en todos los aspectos. Me entiendes, me retas, pones los acentos. Eres mi editora, yo tu poético escritor Eres mi estrofa, déjame ponerte rima. Yo, tu Olimpo, puedes llegar a la cima. Oh mejor...sé lápiz, yo papel. Plasma un poema en mí. Soy música que entra por tus oídos Tal vez, sexto sentido Que me percibe Yo tú ángel que te persigue.